Era
el miércoles 17 de abril de 2013 y hacía calor, dentro del auditorio de la Universidad Eafit el calor era
aún más intenso, pero valía la pena estar allí para ver la conferencia que iban
a ofrecer los integrantes de La Luciérnaga. Todos los que allí estaban querían escuchar sus chistes e historias. Maestros,
alumnos y en fin, todos los que esperaban por verlos
sentían la curiosidad de saber un poco sobre uno de los programas más
importantes de la radio nacional. Sin embargo más que saber sobre la forma en
que se hace el programa y los detalles técnicos que se deben tener en cuenta
para este, lo que nos atraía era en realidad las historias de quienes se
encargan de hacernos reír cada tarde. Anécdotas, historias graciosas, el
ambiente de trabajo y demás aspectos personales detrás de los miembros de La
Luciérnaga era lo que en realidad deseábamos conocer y debo decir que en ningún
momento defraudaron sus expectativas del público.
Cada personaje quiso contar una de sus
anécdotas dentro del programa. Una de ellas más que personal involucraba
a todos los integrantes del equipo y era cuando, al frente del micrófono
estando al aire, cualquiera de los locutores se equivocaba, haciendo
méritos para un chiste en público. Una gozada frente al país en otras palabras.
También mencionaron que Hernán Peláez Restrepo, en medio del cáncer que padece
nunca dejó de participar en el programa. Desde su casa siguió con su actividad,
a la que menciona como su mayor felicidad. De Alejandra Montoya, la única
imitadora con que cuenta el equipo de La Luciérnaga, se refirieron como una de
las más cotizadas en la emisora, no solo por ser la consentida del grupo, sino
por su facilidad y destreza para imitar la voz de cualquier mujer. Más que un
equipo de trabajo, los integrantes de La Luciérnaga dan la impresión de ser una
familia; una que a través del trabajo y la convivencia a diario ha aprendido a reírse
de la realidad nacional pero también de sí mismos. Y si que se necesita
autoestima y gallardía para reírse de sí mismo.
Luego
de varios minutos de conversación, mientras Risa Loca uno de los locutores del
programa hablaba, ocurrió algo que hizo que todo el público riera a
carcajadas y no precisamente gracias a este carismático personaje. En ese
momento el joven encargado del sonido y las luces del auditorio se tropezó
mientras bajaba las escaleras que dan acceso a la tarima principal. La risa no
se hizo esperar y durante un momento todo el auditorio estuvo envuelto por las
carcajadas incontenibles de quienes vieron este suceso. Por sí no fuera
suficiente la mala suerte de este hombre, su caída se presentó justo en la
conferencia del grupo de La Luciérnaga, quienes no desaprovecharon la
oportunidad de hacer un chiste sobre este tropezón. Semejante papaya no se les
puede dar a personas que viven de hacer reír a la gente con los tropiezos de
los personajes más reconocidos del país. Con los colores del Deportivo Medellín
encima - azul la camisa y roja la cara- el señor se paró del piso en un segundo
y siguió su camino hacia la puerta por unos cables que le hacían falta para
poner la última grabación, la de Alejandra Montoya imitando a Natalia París,
otra que de vez en cuando también se pega sus buenos tropezones.
En general toda la
conferencia estuvo invadida por risas e historias de La Luciérnaga y ellos se
fueron contentos por ese público que tenían ese día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario